Restauración Cisterna post-antigua
La obra está interviniendo sobre el sugestivo espacio de la Cisterna, ahora accesible desde la planta baja de la Gran Sala.
La cisterna se había construido por el convento de Santa Catalina que en el siglo XVII ocupaba el área superior de los Mercati di Traiano. Los trabajos se refieren al saneamiento del ambiente y a la realización del suelo y de las instalaciones, para poder insertar la Cisterna en el recorrido de visita del Museo.
En el interior de la Cisterna estaban depositadas las numerosas ánforas de la colección Dressel, procedentes en gran parte de excavaciones realizadas a finales del siglo XIX en Castro Pretorio. Las inscsripciones presentes en muchas ánforas, relativas a su contenido originario, fueron publicadas por el epigrafista Heinrich Dressel (1845-1920) que fue el primero en tratar de distinguir también las diferentes formas de estos contenedores de transporte, dibujando una tabla con 45 tipos diferentes.
La cisterna se había construido por el convento de Santa Catalina que en el siglo XVII ocupaba el área superior de los Mercati di Traiano. Los trabajos se refieren al saneamiento del ambiente y a la realización del suelo y de las instalaciones, para poder insertar la Cisterna en el recorrido de visita del Museo.
En el interior de la Cisterna estaban depositadas las numerosas ánforas de la colección Dressel, procedentes en gran parte de excavaciones realizadas a finales del siglo XIX en Castro Pretorio. Las inscsripciones presentes en muchas ánforas, relativas a su contenido originario, fueron publicadas por el epigrafista Heinrich Dressel (1845-1920) que fue el primero en tratar de distinguir también las diferentes formas de estos contenedores de transporte, dibujando una tabla con 45 tipos diferentes.
En el ámbito de la obra se ha previsto también el desplazamiento de las 280 ánforas custodiadas en la Cisterna, para permitir el desarrollo de los trabajos en el ambiente, y sobre todo para permitir su restauración o limpieza. Al final de los trabajos, las ánforas restauradas se mostrarán finalmente al público en una nueva decoración del museo que permitirá captar la gran variedad de formas. Su forma dependía del tipo de mercancía transportada (vino, aceite, o garum salsa líquida de tripas de pescado muy popular de los antiguos romanos) y de la región en la que se habían fabricado (y de la que procedían las mercancías transportadas) y luego cambiaba con el tiempo. Se prestará especial atención a las inscripciones (desde aquellas pintadas en rojo en el cuello hasta esas estampadas en las asas), que podían referirse al contenido, o la "empresa" que lo exportaba o incluso la fecha.
Cinco ánforas destinadas al transporte de aceite procedente de la Península Ibérica, cuyos fragmentos lanzados después de su llegada han producido en Roma el monte Testaccio, el llamado "Dressel 20"Ya restaurados, están provisionalmente expuestos durante la duración de las obras en la última sala del Museo en el primer piso.
Durante el 2015 se completó el saneamiento del ambiente y en su interior se instalaron 128 ejemplares de ánforas romanas que estaban custodiadas en los Mercati di Traiano. El núcleo de la colección se compone por los ejemplares excavados a finales del siglo XIX en el Castro Pretorio y estudiados por el epigrafista alemán Heinrich Dressel, que fue el primero en dibujar una tabla con las diferentes formas de estos contenedores.
Algunos de los ejemplares del Castro a Pretorio tomados como modelo para los diseňos de la tabla Dressel, han sido expuestos junto al dibujo de la tabla sobre una de las paredes de la cisterna.
Las otras paredes albergan numerosos ejemplares de ánforas enteras o casi enteras, subdivididas por producciones (desde Italia, la Península Ibérica, las costas de África y del y de Oriente Medio): a través de las diversas formas de los contenedores se ofrece una mirada de conjunto sobre la evolución de los negocios y de la economía del mundo romano desde la edad republicana hasta más allá de la caída del imperio romano.
Un video introduce a la nueva exposición, contando la historia de Heinrich Dressel y de las ánforas que encontró y estudió a finales del siglo XIX en Castro Pretorio, núcleo de la colección de los Mercados de Trajano.
Dressel y las ánforas